Restaurante Antonio
No esconde sus armas. Todo es sincero en este negocio de comida tradicional que lleva cinco décadas sirviendo comida castellana basada en platos contundentes, raciones abundantes y un buen servicio al cliente. Las croquetas, los torreznos y los huevos rotos no decepcionan, nos hacen recuperar la fe en estos platos sobradamente conocidos que aquí adquieren todo su sabor. Pero ojo al cabrito y el somarro. El precio acompaña y el vino, también, de modo que la jugada sale redonda.
No esconde sus armas. Todo es sincero en este negocio de comida tradicional que lleva cinco décadas sirviendo comida castellana basada en platos contundentes, raciones abundantes y un buen servicio al cliente. Las croquetas, los torreznos y los huevos rotos no decepcionan, nos hacen recuperar la fe en estos platos sobradamente conocidos que aquí adquieren todo su sabor. Pero ojo al cabrito y el somarro. El precio acompaña y el vino, también, de modo que la jugada sale redonda.