Ubicado en pleno tejido urbano de Toro, es una muestra de la mejor cocina tradicional zamorana. Eso sí, el argentino César Ferrada se ha molestado en añadir una nota personal y propia que incrementa su interés. En Doña Negra destacan sus arroces servidos en cazuela de barro y, por supuesto, su carta de carnes, con delicioso lechazo y un rabo de toro con uva tinta de Toro que es realmente legendario. Al estar en pleno casco histórico, junto al Arco del Postigo, podemos conocer bien la localidad… si tenemos fuerzas para ello después de un buen arroz caldoso.

Otro restaurante de Toro vinculado a una bodega, en etse caso la del mismo nombre. Ambos espacios son todo un mito en la localidad, con un restaurante de decoración minimalista y elegante -encargada a una empresa local que invita a detenerse y saborear. Ojo al cabrito y el cordero lechal, así como la cecina ahumada, pero también a su excelente carta de pescados. Estamos en un restaurante de cinco tenedores y eso ha de notarse en una carta gastronómica con algo de atrevimiento pero un respeto máximo por el producto. Ojo también a sus cervezas artesanas de producción propia, porque no solo de vino vive el buen aficionado.

El restaurante está ligado a bodegas Valbusenda, por lo que los buenos caldos con Denominación de Origen están a la orden del día, elaborados con todo el mimo y conocimiento que esta reputada empresa es capaz de ofrecer.