Casa Florencio
Casa Florencio, en la calle Isilla, es otro de esos asadores que no podemos dejar de visitar en Aranda. Decoración tradicional y en madera, un aire acogedor que anticipa una cocina tan sincera como contundente. Este negocio de 70 años de antigüedad (desde 1949) ha logrado dominar la elaboración del lechazo asado al horno (de raza churra) de altísima calidad. Se trata de un lugar ideal también para el pincho y el tapeo, con una extensa carta de opciones que abarca carne, pescado y productos de la huerta. Y cómo no, el vino con DO. Los sábados y viernes por la noche ofrecen un menú degustación denominado La oveja negra que definitivamente merece la pena probar.
Casa Florencio, en la calle Isilla, es otro de esos asadores que no podemos dejar de visitar en Aranda. Decoración tradicional y en madera, un aire acogedor que anticipa una cocina tan sincera como contundente. Este negocio de 70 años de antigüedad (desde 1949) ha logrado dominar la elaboración del lechazo asado al horno (de raza churra) de altísima calidad. Se trata de un lugar ideal también para el pincho y el tapeo, con una extensa carta de opciones que abarca carne, pescado y productos de la huerta. Y cómo no, el vino con DO. Los sábados y viernes por la noche ofrecen un menú degustación denominado La oveja negra que definitivamente merece la pena probar.