Bodega Muelas, en Tordesillas, aprovecha al máximo el muy particular clima castellano y el suelo de orillas del Duero para elaborar vinos con Denominación de Origen especialmente suaves y equilibrados, ya sea en su variedad verdejo o tempranillo.

Molino de Palacios inspira tradición ya desde su nombre.

Nos ofrece carnes cuidadosamente seleccionadas, pero también una especialidad tan complicada como es el arroz caldoso, que ya sea con bogavante o bacalao se muestra delicioso. La comida castellana, pero también la carta de pescados, brilla con luz propia en un local que entiende de postres y que cuida los vinos. Cerca de Valladolid y como no podría ser de otra manera, el rabo de toro se revela como un plato excepcional y altamente recomendable. La Lonja es uno de esos mesones castellanos tradicionales que nunca nos fallan.

Ofrece cocina tradicional y casera pero servida con un gusto y elegancia sin igual. Todo inspira confianza en un local amplio, elegante y con una carta variada, con un equipo comandado por María de los Ángeles y José María y consciente de estar sirviendo en un lugar con 40 años de experiencia y reputación bien ganada. La carne se sirve a la brasa y la carta de vinos no decepciona, como tampoco lo hace el foie, uno de sus ingredientes más conocidos y en los que los de El Torreón se muestran más duchos. Como siempre en estos negocios tradicionales, los postres son uno de los grandes éxitos

En este ambiente de descanso y naturaleza nos encontramos con un asador tradicional de cocina castellana en el que destacan las carnes rojas y el cerdo de crianza propia, siempre bien cocinados y mejor servidos. Las croquetas, particularmente tiernas, así como el resto de las raciones son todas excelentes, por si queremos graduar un poco la ingesta de alimentos. Pero es la parrillada la que se lleva la palma y demuestra que aquí no abrasan las carnes, sino que saben mimarlas y servirlas en su punto.

Otra de las joyas de este pueblo cercano a Valladolid. Su horno de leña prepara insuperables asados, con un lechazo tierno y fresco, una experiencia inolvidable servida por un personal entusiasta que sabe lo que hace. Además tenemos los torreznos para abrir boca, o recurrir a la morcilla. La carne es una opción segura, pero la carta de Mauro ofrece también la posibilidad de explotar nuestra faceta mas dulce con excelentes postres. Imposible no salir lleno en este negocio mítico de Peñafiel en el que, si no queremos comer, siempre podemos experimentar con los vinos del lugar.

Inspira tradición ya desde su nombre. Y su decoración interior, típica de una casa de piedra con vigas de madera -en realidad un antiguo molino- acaba de ponernos en situación. Ubicado en la Avenida de la Constitución 16 de Peñafiel. Aquí destaca el inevitable pero siempre delicioso lechazo, que en Molino de Palacios saben rematar bien. Tierno y crujiente, este local en el centro histórico de Peñafiel tiene una amplia carta de carnes de elaboración tradicional, incluyendo los mejores torreznos que podamos probar. Los vinos con Denominación de Origen Rueda son igualmente memorables.