Vinos de los Arribes y vinos de la Sierra de Salamanca

Los vinos de la tierra Hasta hace unos  Salamanca no era una gran  tierra de vinos, para qué negarlo.

Hasta hace unos  Salamanca no era una gran  tierra de vinos, para qué negarlo. Frente a los magníficos Riberas de Duero de Valladolid o los recios vinos de Toro de la vecina Zamora, Salamanca no ha tenido hasta la fecha tradición de vinos de calidad. Desde hace algunos años se empiezan a destacar algunos vinos   de las dos  únicas zonas vinícolas de la provincia: La Sierra de Francia y los Arribes del Duero. Esta tierra tiene  mucho que ofrecer y estamos en el punto de salida.

Por tradición, la Sierra de Francia acapara la producción con vinos de pequeños productores como los de Sotoserrano y Tiriñuelo, que aún no tienen un hueco destacado en el mercado. Además, en esta comarca también se elabora vino de pitarra de forma artesanal. La otra zona vinícola es la de Arribes del Duero,  donde se producen buenos tintos y claretes, que con la introducción de la variedad Juan García está haciendo grandes progresos.

La Sierra de Salamanca se encuentra ubicada en el suroeste de la provincia, en la Sierra de Francia, y los viñedos ocupan unas 3000 hectáreas
entre los 500 y los 900 metros sobre el nivel del mar. La humedad en la
zona es ligeramente alta y los vinos que se producen son tintos y
rosados, ligeros y agradables cuando son jóvenes, aunque evolucionan muy rápidamente.

Gran parte de la viña está  localizada en las laderas del valle del río Alagón, en terrenos graníticos sueltos donde abunda la roca berroqueña, tradicional en esta zona. Estas laderas están orientadas hacia el sur, en una zona bastante lluviosa, lo que permite una perfecta maduración de las uvas.

La principal variedad de uva que se dan en la Sierra de Salamanca es la Rufete, que ocupa casi los tres cuartos de los viñedos de la zona, proporcionando calidad y finura a estos vinos. Tras el abrumador dominio de esta uva, en la Sierra hay otras cuatro clases, dos tintas y dos blancas. Entre las primeras están Garnacha y Tempranillo, mientras que las blancas son Macabeo y Pedro Ximénez.

A esta comarca vitivinícola le falta más implantación en España, aunque progresivamente puede ir lográndola si las técnicas enológicas consiguen dar mayor estabilidad en los vinos. Poco a poco, parece que va habiendo mejoras, como es el caso de la Bodega Cooperativa de San Esteban de la Sierra.

La otra zona vitícola de la provincia está en la comarca de Los Arribes, en torno a Fermoselle. Es una zona intermedia entre los ríos Duero y Tormes, con un terreno que presenta bastantes inclinaciones y ocupa el doble de hectáreas que las que se dedican al vino en la Sierra. Aquí, la extensión de cultivo ronda las 6500 hectáreas, que producen unos cinco millones de litros anuales.

La zona en que están los viñedos es de gran belleza y tiene un altísimo valor ecológico. El río Duero domina la orografía, dibujando profundos cañones y marcando una orografía muy accidentada, lo que supone que los viñedos se asienten en terrazas sujetadas por muros de piedra. El clima es de tipo mediterráneo, con altas temperaturas en verano y frías pero no extremas en invierno, registrando alrededor de 3000 horas de sol cada año.

Aquí se producen vinos  blancos y tintos, siendo las variedades de uva más frecuentes las tintas Juan García, mayoritaria al norte, y Tinta de Toro, dominante en la zona salmantina. La Juan García es una uva importante, que es soporte incluso de algunos tintos de crianza.

Los vinos blancos son de gran aroma y finura y utilizan la variedad Malvasía de forma principal; en menor medida se usan la Palomino y la
Verdejo. Por su parte, los tintos, aparte de usar la Juan García y Tinta de Toro, también utilizan la Bobal, Rufete, Garnacha, Mandó y Tempranillo, que aquí se denomina Tinta Madrid. Hay que decir que los tintos son vinos ligeros, con gran finura, llenos de sabor y con gran aroma.

Vinos de los Arribes y vinos de la Sierra de Salamanca

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